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LAS MUJERES OBTIENEN MÁS BENEFICIOS DEL EJERCICIO CON MENOS ESFUERZOS 

Realizar ejercicio físico aeróbico como caminar a paso ligero o fortalecer los músculos con regularidad reduce el riesgo de mortalidad cardiovascular, pero las mujeres pueden obtener más beneficios que los hombres ejercitándose menos tiempo.

 Hacer ejercicio regularmente mejora la condición física y previene problemas de salud a cualquier edad, aunque es importante tener en cuenta las características y necesidades de cada persona y el esfuerzo que puede realizar cada uno. Curiosamente, una nueva investigación ha comprobado que las mujeres pueden obtener más beneficios cardiovasculares del ejercicio que los hombres dedicando mucho menos tiempo a ejercitarse que ellos.

El estudio, que ha sido realizado por investigadores del Instituto del Corazón Smidt de Cedars Sinai (EE.UU.) y respaldado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), revela una posible solución a la clásica brecha de género existente en el ejercicio físico entre hombres y mujeres. “Las mujeres han estado histórica y estadísticamente por detrás de los hombres en cuanto a la realización de ejercicio significativo”, ha comentado la Dra. Martha Gulati, directora de Cardiología Preventiva en el Departamento de Cardiología del Instituto del Corazón Smidt en Cedars-Sinai, titular de la Cátedra Anita Dann Friedman en Medicina e Investigación Cardiovascular Femenina y coautora principal del estudio.

  “Lo maravilloso de este estudio es descubrir que las mujeres pueden obtener más de cada minuto de actividad física moderada a intensa que los hombres. Es un concepto motivador que esperamos que las mujeres adopten”, añade. Los resultados, publicados en el Journal of the American College of Cardiology (JACC), indican que las mujeres pueden dedicar menos tiempo a ejercitarse que los hombres y, aun así, obtener mayores beneficios cardiovasculares.

El riesgo de mortalidad se reducía un 24% en mujeres por un 15% en hombres


los hallazgos mostraron que, durante dos décadas, las mujeres tenían un 24% menos de probabilidades que aquellas que no hacían ejercicio de experimentar la muerte por cualquier causa, mientras que los hombres tenían una probabilidad un 15% menor. Las mujeres también tenían un riesgo un 36% menor de sufrir un ataque cardíaco fatal, un derrame cerebral u otro evento cardiovascular, mientras que los hombres tenían un riesgo 14% menor.  

 “Para todos los adultos que realizan alguna actividad física regular, en comparación con los inactivos, el riesgo de mortalidad era, como se esperaba, más bajo”, dijo la Dra. Susan Cheng, titular de la Cátedra Erika J. Glazer en Salud Cardiovascular Femenina y Ciencia de la Población, directora del Instituto de Investigación sobre el Envejecimiento Saludable en el Departamento de Cardiología del Instituto del Corazón Smidt y coautora principal del estudio. “Sin embargo, es intrigante que el riesgo de mortalidad se redujera en un 24% en mujeres y un 15% en hombres”.

l os investigadores estudiaron la actividad física aeróbica de moderada a intensa, como caminar a paso ligero o montar en bicicleta, o ejercicio vigoroso, como tomar clases de spinning o saltar la cuerda; y descubrieron que los hombres alcanzaban su máximo beneficio de supervivencia al realizar este nivel de ejercicio durante unas cinco horas a la semana, mientras que las mujeres lograban el mismo grado de beneficio con solo alrededor de dos horas y media por semana. De manera similar, en actividades de fortalecimiento muscular, como levantamiento de pesas o ejercicios de core, los hombres alcanzaban su máximo beneficio con tres sesiones semanales, y las mujeres obtenían la misma cantidad de beneficio con aproximadamente una sesión semanal.


Mejorar el estado físico reduce un 35% el riesgo de cáncer de próstata


Un estudio realizado en más de 57.000 hombres de Suecia encuentra que un aumento en la aptitud física del 3% o más al año se correlaciona con hasta un 35% menos riesgo de desarrollar un cáncer de próstata.

El sedentarismo es uno de los cinco factores de riesgo de cáncer que es posible modificar, según destacan desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), y cada vez hay más evidencias científicas que demuestran los beneficios que tiene la práctica de ejercicio físico para prevenir esta y otras enfermedades, así como para mejorar el pronóstico de los pacientes que ya han sido diagnosticados, como explica Javier S. Morales, experto en ejercicio y cáncer infantil y autor de ‘El ejercicio: un muro contra el cáncer’. Ahora, una nueva investigación realizada por especialistas del Departamento de Actividad Física y Salud de la Escuela Sueca de Ciencias del Deporte y la Salud GIH, en Estocolmo, ha revelado que los hombres que mejoran su condición física y, en concreto, consiguen un aumento de al menos un 3% anual en su aptitud respiratoria pueden reducir hasta un 35% su riesgo de desarrollar un cáncer de próstata. La aptitud cardiorrespiratoria es un factor que mide cómo el corazón y los pulmones suministran oxígeno a los músculos durante el ejercicio. Los resultados del estudio se han publicado en British Journal of Sports Medicine (BJSM) y demuestran lo importante que es intentar mejorar la condición física para prevenir este tipo de cáncer ha señalado Kate Bolam, investigadora del GIH y primera autora del trabajo.

Asociación entre la condición física y el desarrollo de cáncer

Los investigadores analizaron los datos de 57.652 varones que formaban parte de la población activa sueca y completaron dos pruebas de aptitud física en bicicleta en las que se midió la cantidad de oxígeno que consumían durante la realización de ejercicio vigoroso en relación con una evaluación de su perfil de salud en algún momento entre los años 1982 y 2019. 

Los datos se obtuvieron de la empresa de salud HPI, Health Profile Institute. En promedio, transcurrieron 4,9 años entre las dos pruebas de aptitud física. Además de la prueba de aptitud física, se midieron el peso, la altura y la presión arterial, y los participantes contestaron a preguntas sobre su estilo de vida y la salud percibida.

Tras la última prueba de aptitud física, los hombres fueron seguidos en los registros nacionales durante un promedio de 6,7 años, y se comprobó así que 592 hombres (el 1%) desarrollaron cáncer de próstata y 46 (0,08%) fallecieron a consecuencia del cáncer de próstata. Se excluyó a los hombres que enfermaron por cáncer de próstata antes de la última prueba de aptitud física. Los participantes también se dividieron en tres grupos: aquellos cuya condición física se deterioró en un 3% o más por año, aquellos cuya condición física aumentó en un 3% o más por año y aquellos cuya condición física permaneció estable (-3% a +3% por año).

Los investigadores comprobaron que “un aumento porcentual anual en la aptitud cardiorrespiratoria absoluta se asoció con un riesgo un 2% menor de cáncer de próstata, pero no de muerte, después de tener en cuenta factores potencialmente influyentes, como la edad, el nivel educativo, el año de la prueba, el peso (IMC) y el tabaquismo”. Además, aquellos cuya condición física había mejorado en un 3% o más por año tenían un riesgo un 35% menor de desarrollar cáncer de próstata, en comparación con el grupo cuyo estado físico había empeorado.

“Lo novedoso es que en un grupo grande de hombres pudimos investigar los cambios en el estado físico entre dos mediciones repetidas y el riesgo de cáncer de próstata. En estudios anteriores, la aptitud física generalmente se estudió en un momento determinado, y luego una mayor aptitud física a menudo covarió con un mayor riesgo de cáncer de próstata en particular”, ha explicado Elin Ekblom Bak, profesora asociada del GIH y otra de las autoras del estudio.

 “Sin embargo, es importante señalar que este es un estudio llamado observacional y no podemos establecer una relación de causa y efecto. Un factor importante que no hemos podido investigar es la importancia de la genética en este contexto”, concluye Kate Bolam.


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